Creo que es una lección para toda la vida. Empieza desde que ellos empiezan a ser personitas conscientes de lo que los rodea, de su cuerpo, de sus sentimientos, de sus gustos y más. Y es que a veces nos encerramos en las falsas creencia de que nosotros somos los adultos y simplemente, por tener más tiempo en este planeta que ellos, sabemos más, a veces, que ellos mismos. No importa la edad que tengan, ¿por que subestimarlos? si nosotros los hicimos, cuidamos a diario de ellos, los vemos crecer y los guiamos cotidianamente para que sean las mejores personas que puedan ser, mejores que nosotros, siempre. Mi hija me tiene asombrada y extremadamente orgullosa y quería compartirlo con todos ustedes. Tal vez pueda parecer a ustedes, lectores, algo pequeño, pero cuando vives estas experiencias siendo padre y con tus propios hijos la alegría no cabe en el propio pecho. Sammy tiene 2 años, casi 3, y nos encontrábamos papá y yo en la constante lucha y atención porque dejara defin...
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